De la trayectoria deportiva del zar lituano siempre se habla
con cierto pesar: el de no haber podido salir de la Unión Soviética
hasta 1989, ya con 24 años, el de sus reiteradas lesiones en el tendón
de Aquiles, su gran talón de Aquiles, que acortaron y ensombrecieron su
carrera deportiva, y el de no haber ido a la NBA hasta los 30 años, una
edad excesiva para hacer historia allí.
Con 2,20 metros de altura y 117 kilos de peso cabría
imaginarlo como el típico pívot torpón, pero Sabonis sorprendía por la
rapidez con la que se movía y por la calidad de su tiro exterior a
canasta, incluso desde la línea de 6,25.
Además, tenía facultades de base, con una gran facilidad para realizar medidas asistencias.
Todas esas dotes le permitieron brillar en todos los clubes en
los que estuvo y, por supuesto, en las selecciones nacionales. Con la
soviética lo ganó todo -Mundial (1982), Europeo (1985) y Juegos (1988)- y
llevó a Lituania hasta dos bronces olímpicos y una plata europea.
Ahora os dejo un vídeo homenaje a Sabonis:
Hasta la próxima.
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